El bloqueo del escritor puede pasar en cualquier momento…e incluso cuando menos debe suceder. Puede pasar que tengas que entregar algo importante y ¡zas! No sabes qué escribir, ni cómo ni cuándo.
Y otras veces pasa al revés, que tienes tanta inspiración que te faltan las horas para desarrollar todo lo que te gustaría hacer… o para escribir con las ganas con las que estás escribiendo en esos momentos. Y es cierto que en ocasiones lo mejor es aprovechar esos momentos ¡y no es posible! Ahora mismo estoy en un momento en que podría escribir varios artículos más (y tengo varios pendientes de hacer) pero considero que es “hora de irme”. Así que anoto las ideas que me gustaría desarrollar y las creo en otro momento en que tenga menos inspiración. Y otras veces tengo que escribir y ¿sobre qué escribo? ¿Cómo empiezo? No se me ocurre nada…
Es buena idea anotar ideas en el momento en que surgen, en cualquier momento, y por ello hay que ir bien con una libreta con que anotarlas (o hacerlo en el móvil, como hago yo), incluso a veces surgen ideas de temas sobre los que escribir o títulos que podrían ser interesantes.
En ocasiones, cuando no sé qué escribir lo hago sobre temas banales que conozco, e incluso escribo sin pensar aunque no valga como artículo o para nada, y da muy bien resultado, otras veces combino las ideas de varios artículos propios para crear un nuevo artículo (y es algo que queda muy bien). Por ejemplo, si he escrito sobre varios móviles pues creo una comparación entre dos o una lista con los mejores móviles con Android, por poner un ejemplo.
Otras pienso escribir sobre noticias de actualidad, temas que he dejado como pendientes de escribir para cuando no sabría qué escribir, en crear listas o dar un nuevo enfoque a algo. Depende del momento dedico unos minutos a pensar qué es lo que más me apetecería hacer y sobre qué podría escribir con respecto a eso.
También puedo recurrir a fuentes en otros idiomas para ver lo que hay, y lo cierto es que en algunos blogs en los que trabajo ello es casi imprescindible porque hay pocos contenidos o novedades en español que pueden valer. Leer también ayuda, así que lee lo que han escrito otros, e incluso si no quieres leer nada relacionado con lo que vas a escribir lee un libro y entretiene tu mente.
En algunos momentos, ni si quiera tengo inspiración para pensar en esas cosas así que me doy tiempo “intentando aprovecharlo en otra cosa o haciendo cosas pendientes no relacionadas con escribir” y al volver se me ocurre algo. A veces incluso mientras estoy haciendo la otra cosa.
También puede ayudar intentar relajarse, tomar una infusión o un café, darse una buena ducha, hacer ejercicio, practicar algún hobby o hablar con alguien. Con respecto a esto ¿te das cuenta que en muchas series de televisión y películas las personas encuentran inspiración viendo la televisión o hablando banalidades con algún familiar o amigo? Pues eso pasa mucho, igual estás hablando del tiempo y relacionando mentalmente se te ocurre el título de tu próximo artículo.
Hay personas que funcionan con la rutina, generalmente escribiendo en ciertos horarios porque es mejor o hay más inspiración. Y en otras la rutina es tal que me cuesta escribir en el ordenador lo que normalmente suelo escribir en papel y viceversa. Si eres de las personas que funcionan con rutina, aprovecha tus momentos al máximo.
Es muy importante, aunque en muchas ocasiones no lo hacemos porque pensamos que no tenemos tiempo, adquirir unos buenos hábitos de vida con buena alimentación, ejercicio, tiempo para sí y descansar.
Si lo que estás escribiendo tiene un plazo de entrega amplio, como por ejemplo una novela o un cuento largo o un reportaje, lo mejor es dejar un tiempo para que reposen las ideas. Cuando el tiempo es menos al menos se debe dejar pasar la noche descansando.